En Inspirasounds todos los días son el día de la música, pero hoy especialmente festejamos que se festeje la música a nivel general y para ello vamos a postear dos de nuestros discos Top.
The Beatles - Abbey Road
Un álbum musicalmente monumental y emocionalmente único. Es la despedida del grupo que más música le dio al mundo. Este album es tan rico que resuta incompleto analizar canciones por separado. “Come Together”, “Something”, “Oh Darling”, “Octopus’ Garden”, “I want you” son por demás contundentes. Y el medley final, o mejor dicho todo lo que era la “cara B” del álbum (de Here comes the sun en adelante) es magistral y conmovedor. Increíble haber juntado tanta música en tan pocos minutos, todos los climas, voces, solos magistrales, y la tremenda emotividad del tema final, que además se llama “The end”, con los cuatro Beatles tocando respectivos solos y cantando que “And in the end, the love you take is equal to the love you make” no tiene rival.
Si hoy es el día de la música, sin dudas hay que escuchar este disco.
Le tomo prestado el link al amigazo Sandokan porque no he podido subir el disco por problemas de conexión. Y ya que estamos, recomiendo que visiten su inigualable blog, lleno de reliquias... más que un arcón de recuerdos es un cofre de tesoros!!!
The Zombies - Odessey and Oracle
Pura belleza. Aunque suena más a Beach Boys que a Beatles, y para mí supera a los primeros por bastante, es netamente inglés y beatlesco por carácter. Decididamente este disco rankea entre mis preferidos. Desde la primera pista, "Care of Cell 44", sabemos que se avecina un trabajo muy refinado en las melodías, excelentes arreglos vocales y la justa instrumentación (qué lindos bajos, qué incisivos teclados!!!). Escucho armonía en todos los rincones, y descubro el hilo conector entre el pop de fines de los 60 (Beatles, Beach Boys, Hollies) y el rock progresivo de los primeros trabajos de Yes, Nice, Procol Harum y demás. Escucho sonidos conocidos, sonidos que me recuerdan otras bandas, pero finalmente escucho una gran personalidad en cada canción.
"A Rose For Emily" se sube a la lista de "la canción más hermosa", lista nunca finalmente resuelta, para competir seriamente por un alto galardón. "Brief Candles" primero me sorprende (gratamente) y luego se convierte en una adicción!!! Si bien hay puntos más altos que otros en el album, la obra es muy consistente y armónica, bajando saludablemente desde la cima donde ciertas canciones nos sitúan para volver a arremeter un poquito, y sólo un poquito, más adelante. Este es uno de esos discos que se debe escuchar de punta a punta, pudiendo saborerar todos y cada uno de sus manjares. El cierre con la excelente "Time of the season" me deja con ganas de mucho más, pero a la vez con la sensación de haber escuchado una obra plena, completa, redonda, genial.
The Zombies grabó este único "LP" como tal, obra que también fue póstuma, y no puedo hacer otra cosa que aferrarme a ella y tratar de no pensar en una vida mejor, con muchos más discos de esta banda para comprar y disfrutar. Es posible conseguir su trabajo anterior, la compilación completa de sus singles, para encontrar referencias aunque en sus inicios la banda respondía más al sonido de guitarras, y en "Odessey" son los teclados los que asumen netamente el protagonismo. También hay un CD Box con cuatro discos (Zombies Heaven) que reúnen todo el material disponible a la fecha de su edición y un quinto CD recientemente editado (Into the Afterlife) con algunas rarezas para completar el preciado catálogo. Están también los trabajos de Argent y Blunstone, quienes no hace mucho se reunieron bajo el nombre de Zombies para una nueva grabación, con vestigios de esta magia pero a distancia respetable de esta monumental obra.
Como info adicional, el disco se grabó a fines de 1967 íntegramente en los míticos estudios de Abbey Road y se editó en 1968. Y el título tiene un "error" tipográfico que le da un toque más de misterio a esta rotunda joya. En síntesis, un "must have", totalmente obligatorio especialmente para fanas de The Beatles (como yo).
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Que haya música.
Les juro que no es la primera vez que me ocurre algo así. La magia de la música se ha presentado ante mí muchas veces. Les cuento cómo fue esta: en una cálida noche, caminando por la Orla Bardot de Buzios, observo el mar meciendo botes y barquichuelos. La luna reflejada en las tranquilas aguas y lucecitas de velas puestas sobre las mesas de un restaurante son otro atractivo en este paisaje de ensueño y disparan sensaciones. Una de esas sensaciones es la “saudade” de aquella canción, de aquella voz… camino y canturreo. "Sería perfecto", me digo. Y como si los Dioses hubieran decidido atender a este mortal, desde adentro del restó, al pasar por la puerta abierta, sale la música añorada… la misma voz, la misma canción!!! La Fruta Gogóia, la voz de Gal, aquel disco de principios de los 70’s que en Argentina se editó como un sólo LP, creo que su título era simplemente "Gal Costa". En Brasil se editó como doble con el título "Gal al todo vapor (Fa-tal)". Es un show en vivo registrado en sus años salvajes, o mejor dicho en su camino a la domesticación. La primera parte del show, que es la que he subido, es un set acústico que finaliza con una apoteósica y eléctrica versión de "Vapor Barato". El resto del show continúa eléctrico y a mí no me gusta tanto, encuentro una distancia abismal entre estas primeras pistas y las 9 restantes.
